Año: 2024

Género: poesía

Páginas: 58


Sinopsis


El cuerpo habla.

El íntimo pulso del deseo se deja leer en el tejido de una piel indómita y calcinante. Una lengua erótica que se dobla al roce de las pupilas, fiebre desnuda a merced del goce y de la pena. Sinuosidad de caricias prohibidas que derrumban un laberinto de labios atónitos, gritando sus ansias de morirse en la espuma del río que embiste.

Escribir (con) el cuerpo y anudar palabras a todo lo que siente: la dolorosa sed de quien desea una tregua en el desborde de su languidez.

El dulce daño de los amores que orbitan, evanescentes e irremediables, alrededor del trémulo rescoldo de la memoria.

Arte. Amor. Agonía y adoración.

Este libro es tanto en su todo sublime y sufriente.

Si mis lágrimas en el porvenir pudieran adoptar un lenguaje que las abrace, sería aquel que enarbole la elocuencia inexorable de Camila Robotti, quien nos ofrece su oceánide sintaxis para que los llantos duelan menos en el mar que nos ampara en la hora insomne.


Julián Contreras, director editorial

ERÓTICA Y CORPÓREA de Camila Robotti

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Año: 2024

Género: poesía

Páginas: 58


Sinopsis


El cuerpo habla.

El íntimo pulso del deseo se deja leer en el tejido de una piel indómita y calcinante. Una lengua erótica que se dobla al roce de las pupilas, fiebre desnuda a merced del goce y de la pena. Sinuosidad de caricias prohibidas que derrumban un laberinto de labios atónitos, gritando sus ansias de morirse en la espuma del río que embiste.

Escribir (con) el cuerpo y anudar palabras a todo lo que siente: la dolorosa sed de quien desea una tregua en el desborde de su languidez.

El dulce daño de los amores que orbitan, evanescentes e irremediables, alrededor del trémulo rescoldo de la memoria.

Arte. Amor. Agonía y adoración.

Este libro es tanto en su todo sublime y sufriente.

Si mis lágrimas en el porvenir pudieran adoptar un lenguaje que las abrace, sería aquel que enarbole la elocuencia inexorable de Camila Robotti, quien nos ofrece su oceánide sintaxis para que los llantos duelan menos en el mar que nos ampara en la hora insomne.


Julián Contreras, director editorial

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